
Para que el mal o el bien entre en una persona, en este plano físico o en la existencia, sea parte del ser, es una elección, es una lucha de la voluntad y al ir perdiendo esa voluntad, va siendo penetrado cada vez más por esta energía del mal.
No existen seres malos o personas malas, existen seres o personas más "influenciables" por su carácter, fuerza, fe, ante el hacer las cosas de una determinada manera, la buena noticia es que todo ser puede volver a casa, a la luz, por tremendos errores o mal que haya hecho.
No existe castigo, existe karma y ese es el camino de la evolución de un planeta o de una persona o de ambos.
Así mediante la perversión del sexo, el dinero, la corrupción, el engaño, el odio, es la forma que toma el mal, no son seres con cara y cuerpo, ni son demonios, es la corrupción del Alma lo que se juega y restituirlo es difícil, pero no imposible.
No podemos saber el interior de un ser, no podemos evitar que nos engañen o nos defrauden. No podemos culparnos. Cuidar de nuestras emociones y de nuestras acciones, es la mayor protección que podemos hacer, más que cualquier ritual.
Alma limpia, corazones elevados, fe, ante la adversidad. Siempre se puede elegir, incluso con nuestro cuerpo físico, permitiendo su muerte o con la privación de su libertad, si algo nos obligan a hacer contrario a la luz del alma, como es asesinar a otra persona en nombre de una ideología, nación o religión. Siempre se puede elegir.
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